PROGRAMA Nº 1167 | 17.04.2024

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LAS PIEDRAS DE CALLANISH

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Las Piedras de Callanish (o Callanish I), cuyo nombre en gaélico sería Clachan Chalanais o Tursachan Chalanais, son un conjunto de menhires levantados en época prehistórica. Están situadas en las cercanías de la población de Callanish (en gaélico: Calanais) en la costa oeste de la isla de Lewis, en las islas Hébridas Exteriores de Escocia. Los vestigios del yacimiento más antiguos están fechados entre el 2900 y 2600 a. C., aunque posiblemente hubiera construcciones precedentes antes del 3000 a. C. Una tumba fue construida dentro del recinto con posterioridad. Los restos provenientes de la destrucción de la tumba sugieren que el lugar quedó en desuso entre el 2000 a. C. y el 1700 a.C.

Los 13 monolitos principales conforman un crómlech de unos 13 m de diámetro, con una larga avenida de acceso flanqueada por piedras en su lado norte, y filas más cortas de piedras por sus lados este, sur y oeste. La disposición general en planta del monumento recuerda la forma de una cruz celta algo distorsionada. La altura de cada uno de los monolitos oscila ente 1 m y 5 m, con un promedio de 4 m, y están realizados en roca de gneis de origen local, de la propia isla de Lewis. La primera referencia escrita a los monolitos fue la de John Morisone, nativo de Lewis, quien en 1680 escribió que «grandes piedras puestas en pie en filas [...] habían sido colocadas para la devoción». El más alto de los monolitos señala la entrada a un enterramiento cubierto con un montículo de piedras (cairn) en el que se han descubierto restos humanos. Una campaña de excavaciones en 1980 y 1981 mostró que la cámara mortuoria era una adición posterior al monumento, y que había sufrido modificaciones en varias ocasiones. Los hallazgos de cerámica sugieren una datación del 2200 a. C. para la erección del círculo.

Se ha especulado, entre otras teorías, con la de que las piedras forman un sistema de calendario basado en las fases lunares. El profesor Alexander Thom ha sugerido que la alineación de la avenida de piedras (mirando hacia el sur) señalaba hacia el punto de ocaso de la luna en el solsticio de verano, por detrás de una montaña distante llamada Clisham. Los críticos de estas teorías argumentan que pueden existir diversos alineamientos por puro azar en toda estructura de este tipo. Adicionalmente, diversos factores como el efecto de las inclemencias del tiempo y los desplazamientos sufridos por las piedras a lo largo de los siglos, hacen que no se puedan establecer con certeza tales alineamientos, tanto si fueron originalmente así como en cualquier otro caso.

La tradición local asegura que los gigantes que habitaron la isla se negaron a convertirse al Cristianismo por San Kieran y fueron convertidos en piedra como castigo. Otra creencia local sostiene que, a la salida del sol en el solsticio de verano, «El que Brilla» recorría caminando la avenida de piedras, siendo su llegada anunciada por el canto del cuco. Esta leyenda podría ser un vestigio en el folklore del significado astronómico de las piedras.

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