PROGRAMA Nº 1164 | 27.03.2024

Primera Hora Segunda Hora

MENSAJEROS DE DIOS

0
“Mientras Josué estaba cerca de Jericó, alzó los ojos y vio a un hombre que estaba de pie frente a él, con la espada desenvainada en su mano. Josué avanzó hacia él y le preguntó: "¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?". El respondió: "No, yo soy el jefe del ejército del Señor y ahora he venido”. (Josué 5, 13-14)

Así hoy doy comienzo a la editorial, con este texto del Antiguo Testamento, libro de Josué donde nos cuenta cuando el jefe de los ejércitos del Señor se le aparece en un momento crucial en la historia, era el sitio de Jericó.

En estos días la Iglesia conmemora la festividad de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, me gustaría que pudiéramos juntos conocer un poco a estos “mensajeros de Dios” y cómo nos ayudan en la actualidad, pero antes como saben que es un poco mi estilo, indaguemos un poco en la escritura y la tradición, que sabemos de estos seres que por momentos y en diferentes circunstancias se confunden con la propia presencia de Dios.

Estas figuras de los ángeles que es relatada en diversas partes del Antiguo Testamento, sirve para demostrar la dignidad de la misión de ellos, pues en muchas oportunidades el Pueblo llego a confundir la presencia divina con la manifestación de sus mensajeros, incluso en el Antiguo Testamento judaico, los ángeles no son meras figuras simbólicas, sino ayudantes mensajeros directos de Dios y como tales, objetos de fe.

San Agustín, el obispo de Hipona, respecto a los ángeles decía: "El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por su naturaleza te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel"

Los ángeles son parte del universo; de su grandiosa armonía y de su espléndida unidad. Criaturas de Dios, inteligentes y libres, ellos cumplen con el fin por el cual Dios los llamó a la existencia: lo adoran, lo aman y lo sirven cumpliendo conforme al designio divino, su misión en el mundo visible y para con el hombre.

Vayamos brevemente a conocer a tres de los arcángeles.

Que nos dice el Judaísmo del Arcángel Miguel: además de considerar que fue uno de los tres ángeles que anunciaron el nacimiento de Isaac y proteger al pueblo de Israel durante el desierto.

Actualmente, el Judaísmo invoca a San Miguel como amparador de sus sinagogas. La liturgia del Yom Kipur el sermón concluye con las palabras: “Miguel, príncipe de misericordia, reza por Israel”.

Sobre el Arcángel Rafael y de acuerdo con el Libro de Tobías 7, 15, Rafael fue enviado por Yahvé para acompañar a Tobías, hijo de Tobit, en un largo y peligroso viaje para conseguirle una esposa piadosa al joven. Ésta es Sara, quien había visto morir a siete prometidos debido a que un demonio, de nombre Asmodeo, estaba enamorado de la mujer y mataba al esposo en la noche de bodas.

En un principio Rafael se presenta como «Azarías, hijo del gran Ananías», pero al finalizar el viaje cura la ceguera de Tobit y se manifiesta como «el ángel Rafael, uno de los siete en la presencia del Señor».

Durante el viaje, da instrucciones a Tobías para pescar un pez, del que extraería las vísceras que usaría más tarde para alejar al demonio Asmodeo, enamorado de Sara, y curar la ceguera de su padre. Debido a esto, a Rafael se le considera protector de los novios o el noviazgo, mas no quien promueve los noviazgos como el Eros (Cupido) grecorromano.

San Rafael es invocado para alejar enfermedades y lograr terminar felizmente los viajes. El Islam lo considera el ángel responsable de anunciar la fecha del Juicio Final mediante el sonido de un corno. En ocasiones se le representa con atuendo de peregrino y portando un gran pescado en su mano.

Hablemos de otro Arcángel, como es el caso de Gabriel, aparece por primera vez en el Libro de Daniel. La historia se sitúa en la cautividad de Babilonia: el líder de los Judíos, Daniel, reflexiona sobre el significado de varias visiones que ha experimentado en el exilio, cuando Gabriel se le aparece con un mensaje sobre el "Fin de los Días".

“Mientras yo, Daniel, miraba la visión y trataba de comprender, vi que estaba de pie frente a mí alguien con aspecto de hombre. Y oí una voz de hombre en medio del río Ulai, que gritaba, diciendo: "Gabriel, explícale la aparición a este hombre". El llegó hasta donde yo estaba, y cuando llegó, sentí un gran temor y caí sobre mi rostro. El me dijo: "Entiende, hijo de hombre, que la visión se refiere al tiempo del Fin”. (Daniel 8:15-17)

Gabriel es el único ángel que hablaba Sirio y Caldeo. Es también, según el Judaísmo, la voz que le dijo a Noé que salvase a dos animales de cada especie en su arca antes de la gran inundación. La voz invisible que dijo a Abraham que no era necesario que sacrificase a su hijo Isaac; la fuerza invisible que luchó con Jacob, y la voz de la zarza ardiente.

En el Evangelio de Lucas, Gabriel revela a los judíos, fariseos y al sacerdote Zacarías que Juan el Bautista nacerá de la esposa de Zacarías, Santa Isabel (Lucas 1:5-20) y visita a la prima de Isabel, María, anunciándole que ella dará a luz a un niño al que pondrá de nombre Jesús. Esta visita de Gabriel a María es frecuentemente llamada "La Anunciación".

Según una antigua leyenda, él es además el ángel de la unificación que revela a Juan el libro del Apocalipsis. Gabriel sopla el cuerno que anuncia el Día del Juicio. Otras ramas de la religión hablan de Gabriel como un ser femenino, pero la tradición Católica generalmente lo representa de modo masculino. De hecho, en el sentido más estricto los ángeles carecen de sexo.

Después de este breve recorrido de nuestros tres personajes que han sido convocados para ser partícipes de esta editorial, me tomaría el atrevimiento de acercar la presencia de estos mensajeros de Dios a nuestros días y citar las adversidades que vivimos en la actualidad diariamente cada uno de nosotros.

La sociedad actual esta necesitada de la presencia de estos seres angelicales que nos traigan el bienestar y protección de Dios. Me gustaría situar a los arcángeles en diferentes situaciones y espero estén de acuerdo conmigo:

Creo que al arcángel San Miguel, hoy lo pondría a ser el gran defensor de la vida en el vientre materno, ya que ante las atrocidades que se hacen en nombre del aborto y la planificación familiar, el como no los recuerda la escritura y su nombre “Quien como Dios” de batalla a los demonios ya no provenientes de las profundidades del Infierno sino, de los diferentes estados que gobiernan los países, venza a las malignas maquinaciones que tejen en la oscuridad, socavando los valores y la dignidad humana.

Al arcángel Gabriel que tuvo la hermosa tarea de ANUNCIAR a María que iba a ser la Madre del Salvador, considero que tendría la misión de difundir en todos los confines de la Tierra y en todas las lenguas, que es necesario que el hombre vuelva al Creador y descubra en él la vocación para que fuera llamado en este mundo.

Por último al arcángel Rafael, que tuvo que repeler al demonio Asmodeo, que nos cuide y cubra con su poder para que podamos ahuyentar los demonios que socavan nuestra razón, nuestros pensamientos y nuestros sentimientos. Y que nos avoquemos a ser más justos y solidarios, que nos exorcice de los feroces enemigos que cada día nos quitan la libertad de ser persona, de aceptarnos como somos y aceptar al otro como es…

En síntesis: en este tiempo providencial que tenemos para acercarnos a estos tres arcángeles que a veces se nos pasan desapercibidos, podamos ver en ellos una cercanía de Dios en nuestras vidas y atrevernos a rezar esa oración que le hacíamos cuando éramos niños al ángel de la guarda:

Ángel de la Guarda
dulce compañía.

No me desampares,
ni de noche, ni de día
hasta que descanse en
los brazos de
Jesús, José y María.


Alfredo Musante
Director Responsable
Programa Radial
EL ALFA Y LA OMEGA

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios